domingo, 15 de julio de 2018

Gerónimo Narizzano, sus ilustraciones para el libro "Estampas de Antaño"


      Hablar sobre Gerónimo Narizzano en pocas palabras no es tarea fácil dada la vasta y más que interesante labor de este artista nacido en Quilmes en 1905. Hijo de inmigrantes italianos, genoveses para ser más precisos, su obra se desarrolló en su ciudad natal y en su vecina Berazategui, donde ejerció la docencia y la dirección del mítico Ateneo Rigovisor, aquel maravilloso semillero de cultura creado por Don León Fourvel Rigolleau.

Gerónimo Narizzano en 1930, en tiempos del "Salón de Humoristas"

      Desde muy joven se relacionó con la gráfica, participando en el “Salón de Humoristas” y publicando sus ilustraciones en periódicos quilmeños de la época como “La Verdad”.
      Para sus caricaturas y dibujos utilizaba la técnica del grabado: xilografías, las talladas en tacos de madera; aguafuertes y puntas secas, las talladas sobre metal.
      En el caso de las xilografías, el dibujo se practica en un taco de madera con elementos punzantes como las gubias. El tallado resultante se entinta y se imprime de manera manual o con una prensa a manera de sello; los relieves formarán el dibujo mientras que las partes desbastadas darán como resultado espacios vacíos o viceversa.
      Para el aguafuerte, se cubre una plancha de metal con una capa de barniz asfáltico y sobre ella se realiza el dibujo mediante un punzón o aguja hasta alcanzar el metal. Luego se sumerge la placa en una solución que contiene ácido y se espera a que esta haya comido lo suficiente la chapa. Quitado el barniz asfáltico con un disolvente, se entinta la placa procurando que la tinta penetre en los espacios abiertos por el ácido y se imprime el grabado en un papel húmedo con ayuda de una prensa.
      En el caso de la técnica de puntas secas, el tallado del dibujo se hace directamente sobre la placa de metal con un punzón y se imprime de la misma forma que el aguafuerte.


      En 1949 se editó el libro “Estampas de antaño” de Marcelo Traversi, una deliciosa descripción del Quilmes de otros tiempos. Varios de los capítulos en los que el autor divide su relato fueron ilustrados por grabados de Gerónimo Narizzano. Son veintidós en total, y a continuación los exhibo colocando debajo de cada uno el nombre del capítulo correspondiente.

Mención del autor del libro aparecida en el número extraordinario del diario "El Sol" de noviembre de 1945.

      Para finalizar, agrego que el libro fue impreso en Artes Gráficas Bartolomé U. Chiesino, de la calle Ameghino 838, Avellaneda.
      Quilmes, Berazategui y Avellaneda… buena parte del sudeste unido por un hermoso libro.

La casa histórica

El carnerero

La carrera de San Juan

Los pescadores

Don Santos

Pulpería ambulante

Faroles

Tertulia familiar

Carrera de la sortija


Los cazadores

Primavera

El médico de aldea

Carreteros y troperos

Noviazgos

El polizón

Los bailes

Las cabalgatas

Las serenatas

Achurando

Las lavanderas

El Manzano

Prueba de bote a vela


Marcelo Pablo Scévola (investigación)

Fuentes: "Estampas de antaño" de Marcelo Traversi" (colección del autor)
              "Nari Nari" de Ana María de Mena (colección del autor)
               diario "El Sol"























miércoles, 11 de julio de 2018

El paso a bajo nivel de la calle Conesa (Quilmes)

      Así se titula una nota aparecida en el número extraordinario del diario “El Sol” de noviembre de 1944. Quilmes debería esperar unas cuatro décadas para ver concretado este proyecto, el que, finalmente, no se realizaría en la calle Conesa sino en el eje de las calles Saavedra-San Luis la mano que va hacia el Oeste, y Alberdi-Intendente Olivieri la que va hacia el Este. Pero veamos el texto publicado en el diario quilmeño.

El paso a bajo nivel de la calle Conesa

Constituye una obra de imperiosa necesidad

      Quilmes está prácticamente dividido en dos zonas (Este y Oeste) por imperio de la inexistencia de accesibles pasos a todo lo largo de las vías del ferrocarril, lo que ha incidido directa y perniciosamente contra una normal evolución del comercio quilmeño.
      El anticuado sistema de barreras _ de ningún modo aceptable en importantes centros de población por la multiplicidad de inconvenientes que originan _ ha conspirado, además, en perjuicio del desarrollo institucional de Quilmes, demorando su ritmo de ciudad progresista en muchos aspectos. Entre ellos debemos destacar el problema _ sin solución hasta tanto se consiga la construcción de un túnel o puente _ que deben afrontar los servicios de transporte colectivo de pasajeros, cuyos concesionarios se han visto forzados a desechar itinerarios que, de mejor forma, podían dar satisfacción a las exigencias del público.
      Con esa perspectiva los comerciantes han tenido que volcarse, en lógica custodia de sus intereses, sobre el sector de mayores posibilidades a sus propósitos, resintiéndose notoriamente la faz comercial de la otra zona, cuyo crecimiento, por ende, es más lento.
      No escaparon estos detalles al celo que el doctor Alberto Valdez puso de manifiesto como funcionario público, cuando ejerció la jefatura del Departamento Ejecutivo de Quilmes. Apoyado en ello realizó gestiones empeñosas ente el directorio del Ferrocarril Sud, gestiones que se vieron premiadas por el éxito, ya que obtuvo la conformidad de la empresa para realizar la obra. Con celeridad comenzaron los estudios previos, confiados al ingeniero Yol Gutiérrez, y en breve tiempo quedaron confeccionados los planos y el proyecto que puede apreciarse en el grabado que reproducimos.

      El grabado nos muestra una perspectiva, vista desde arriba, del túnel proyectado por el ingeniero Yol Gutiérrez, para ser construido en el cruce de las paralelas férreas y la calle Conesa, llamado a favorecer el vínculo de dos importantes sectores de población que hoy se encuentran poco menos que aislados entre sí, creando un problema de extraordinaria importancia que las autoridades están obligadas a resolver dentro del menor tiempo posible.

     Hubo luego un paréntesis impuesto por el cambio de autoridades comunales, renovándose las actuaciones al advenimiento del doctor Manuel J. Cruz al gobierno quilmeño, y cuando ya se descontaba la construcción del túnel nuevamente el vecindario vio defraudadas sus esperanzas por factores ajenos a la voluntad de las partes actuantes. Empero, ha quedado firme base para que se cristalice la obra, a poco que en ello pongan empeño los gobiernos que correspondan a Quilmes.


Marcelo Pablo Scévola (transcripción)

Fuente: diario "El Sol" Número Extraordinario (colección del autor)

viernes, 6 de julio de 2018

Juan Giambruno y su actividad comercial (Florencio Varela)


      Un interesante artículo aparecido en el suplemento especial del año 1943 del diario varelense “Nueva Era” nos relata e ilustra las diferentes actividades de este comerciante cuyo apellido fue bien conocido en la zona. Aún permanece en mi memoria la imagen del viejo colectivo 300, aquel que pertenecía a Expreso Ranelagh, cuya cartelera dejaba bien claro su paso por Villa Giambruno.

Estación de servicio YPF de Juan Giambruno, ubicada en la esquina N.E. de Mitre y boulevard San Martín, Florencio Varela. Lamentablemente esta hermosa construcción ya no existe.

      “El día 3 de enero de 1942 fue inaugurada la moderna estación de servicio permanente YPF, dotada de todos los implementos mecánicos a tono con las exigencias de la época.
      Su instalación, en el inmueble baldío de las calles Bartolomé Mitre y avenida San Martín, contribuyó a enaltecer el aspecto edilicio de ese lugar céntrico del ejido urbano.
      El propietario de este comercio, cuya finalidad se vincula con las distintas actividades de la industria automotor, aparte del acierto comercial que ha logrado para sus intereses puestos en juego al servicio de esta empresa, ha contribuido, además, en todo los que significa el valor arquitectónico de la obra levantada, con un valioso aporte de embellecimiento y ornato para la estética de una de las más importantes arterias del ejido urbano, ya que en ese lugar céntrico era dable hasta entonces observar el cuadro visual desolador que ofrecen muchas esquinas del pueblo.

Juan Giambruno

      El modesto vecino don Juan Giambruno, propietario de esta empresa comercial, culmina así, con este acierto, una larga trayectoria de esfuerzos e ingentes sacrificios, que en sus principios, allá por 1912, fueron muy duros, pues, en los comienzos de ese año, se inicia en el paraje rural de este Partido (comúnmente denominado “Matapavo”), estableciendo un almacén y despacho de bebidas en sociedad con Bartolomé Perazzo, la que se constituye con la exigua suma de mil pesos de capital. 

El legendario almacén "El Centenario", ubicado en el paraje rural denominado "El Matapavo", lugar donde inició sus actividades comerciales don Juan Giambruno, allá por 1912.

      Allí, desarrolla sus primeras actividades este modesto vecino, hasta que, al promediar el año 1915, se asocia con don Luis Ferrari en el almacén “La Reforma” (frente a la estación ferroviaria de José María Gutiérrez) comprando la parte de la sociedad perteneciente a don Luis Galán. Desde entonces hasta finalizar el año 1925, en que se independiza totalmente al frente de ese comercio, continúa acrecentando sus actividades, ya afirmado económicamente, realizando al poco andar la compra del inmueble ubicado en el cruce del camino afirmado Avellaneda a La Plata (actual Camino General Belgrano) y la avenida Gral. Manuel Caraballo, donde edifica y establece el negocio del mismo ramo que en la actualidad (1943) gira bajo el rubro comercial de la firma Valdéz (sic) Hnos.

Almacén "La Reforma", ubicado frente a la estación José María Gutiérrez del Ferrocarril del Sud.

En este inmueble cito en la avenida Gral. Manuel Caravallo y el Camino Afirmando Avellaneda a La Plata (hoy Cno. Gral. Belgrano) instaló Juan Giambruno su almacén en 1925. Según la publicación histórica V.A.R.E.L.A., este edificio fue demolido al construirse los puentes del Cruce Varela.

      Promedia el año 1937 cuando este comerciante abandona totalmente sus actividades en ese orden de los negocios, que reinicia en 1942 con la instalación de la estación de servicio para el expendio de nafta, lubricantes, lavado y engrase de vehículos automotores, y la venta preferentemente de productos afines de los Yacimientos Petrolíferos Fiscales. Este comercio puede calificárselo dentro del núcleo que determina las fuentes de producción comercial más importantes de la localidad.

La estación de servicio de Juan Giambruno vista desde la calle Mitre. La arboleda es la que parquiza al boulevard San Martín. A lo lejos puede verse la cúpula de la iglesia de San Juan Bautista.

La agencia oficial de YPF

      La agencia oficial de Yacimientos Petrolíferos Fiscales data en este pueblo desde el mes de enero del año 1927, fecha en que fue otorgada al vecino don Pedro Bernaschina, quien la tiene a su cargo hasta el presente.
      Desde sus comienzos, hasta promediar el año 1930, la evolución progresiva en los que atañe al expendio de combustible en la zona, marca un aumento muy lento en promedios anuales, si se lo compara con las cifras que acusan los últimos años, pues, entonces, la estimación lógica no excedía de la cantidad de 200 mil litros de consumo anual, y actualmente se registra 1,050 mil litros de expendio durante el año 1942.


     Esta sorprendente evolución, no es dable atribuirla solamente al incremento del tránsito y del transporte pos vía automotor operado en ese espacio de tiempo, sino, a los esfuerzos del representante local, señor Bernaschina, quien, pese a algunos contrastes originarios de toda iniciación, laboró paulatinamente la consolidación de la situación actual.

El agente local de YPF, Pedro Bernaschina, conjuntamente con el señor Juan Giambruno hijo, en la labor periódica de revisión de vales que confrontan el expendio de nafta de la estación de servicio.

      Una prueba de este acierto se confirma ampliamente en sus gestiones que por diversos conductos realizó en reiteradas oportunidades para lograr la instalación de una Estación de Servicio Permanente en el ejido urbano local, y que se han visto coronadas por el más franco éxito frente a la permeabilidad y comprensión del vecino don Juan Giambruno, y en los que hoy es una realidad como fuente de recursos y suministros de los productos YPF, ya que, esta estación, expende un promedio diario de 1.300 litros de nafta”.


Aviso aparecido en el diario Nueva Era


Aspecto actual de la esquina de Mitre y boulevard San Martín.

Marcelo Pablo Scévola (transcripción)

Fuente: diario Nueva Era (colección Ángel Basta)